1 de enero de 2025
Argentina

«Autonomía y equidad: las claves para un futuro más justo»

Info Emprendedoras mantuvo una entrevista exclusiva con la subsecretaria de la Mujer del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Carolina Barone, quien reflexionó sobre los logros y desafíos en políticas de género. Desde la promoción de la autonomía económica hasta la integración de mujeres en espacios históricamente masculinos, Barone plantea cómo construir una ciudad más equitativa para 2025.

Por Nadia Vallory.- En un luminso living de Uspallata 3579, edificio emblema del GCBA, Carolina Barone recibe a Info Emprendedoras con una energía que combina calidez y profesionalismo. La subsecretaria de la Mujer del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (GCBA) se muestra apasionada al hablar de los avances y desafíos en políticas públicas con perspectiva de género. “Pensar la política pública desde la autonomía y no desde la asistencia es nuestra gran apuesta”, asegura.

En un 2024 marcado por el enfoque en empleo e infraestructura social, Barone destaca iniciativas como la ampliación de centros de primera infancia y programas de capacitación laboral. «Las mujeres no vienen a pedir subsidios; quieren empleo, dignidad y libertad», enfatiza.

Sin embargo, el camino no es sencillo. “Las estadísticas nos muestran que seguimos enfrentando brechas significativas”, reconoce. Desde la tasa de empleo hasta el uso del tiempo, los indicadores reflejan los desafíos estructurales que enfrentan las mujeres en la ciudad. Pero también hay avances: “Hoy vemos mujeres liderando en sectores antes vedados para nosotras, lo que nos inspira a seguir rompiendo techos de cristal”.

La articulación público-privada surge como un eje clave en esta transformación. Programas como la iniciativa Pares y el sello “Empresa Mujer” buscan involucrar a empresas en la reducción de desigualdades de género. “El talento femenino no es opcional; es indispensable para el desarrollo”, afirma.

— ¿Cuáles fueron las principales acciones realizadas por la Subsecretaría de la Mujer durante 2024?

— En 2024 enfocamos nuestras políticas en tres grandes pilares: empleo, infraestructura social y autonomía económica. Ampliamos las vacantes en centros de primera infancia para niños de 45 días a 3 años, muchos de ellos con horarios extendidos hasta las 22 horas, pensando en mujeres que trabajan o estudian de noche. Además, impulsamos capacitaciones en oficios y generamos espacios para que las mujeres puedan emprender o reinsertarse en el mercado laboral formal.

— Mencionaste la autonomía económica como una prioridad. ¿Qué iniciativas concretas llevaron adelante para fomentarla?

— Hemos implementado programas como el sello “Empresa Mujer”, que permite a emprendedoras y empresarias registrarse como proveedoras del Gobierno de la Ciudad. Esto facilita su acceso a licitaciones y las posiciona en igualdad de condiciones con grandes empresas. También promovemos el sello “Valor Popular”, que nuclea a mujeres de la economía social y las acompaña en procesos de formalización, creación de marca y ampliación de capacidades productivas.

— ¿Cómo está impactando la articulación público-privada en la reducción de brechas de género?

— La iniciativa Pares es un gran ejemplo. Ya contamos con casi 200 empresas comprometidas en reducir desigualdades de género, promoviendo la contratación de mujeres y su ascenso a posiciones de liderazgo. Aunque no certificamos, realizamos informes anuales de brechas en conjunto con universidades. Este trabajo permite medir avances concretos y crear estrategias adaptadas a cada sector.

— ¿Qué rol juegan los indicadores y datos en la definición de políticas públicas?

— La Ciudad de Buenos Aires es pionera en contar con un sistema de indicadores de género desarrollado con la CEPAL. Este sistema mide autonomía económica, física y en la toma de decisiones, con datos como tasas de empleo, uso del tiempo y brechas salariales. Por ejemplo, aunque la tasa de empleo femenino creció, también aumentó el tiempo dedicado al cuidado, lo que revela una carga desigual que debemos abordar.

— ¿Cómo impactan estas políticas en la vida cotidiana de las mujeres?

— Nuestra guía de movilidad con perspectiva de género es un ejemplo de cómo transformamos la ciudad. Sabemos que las mujeres se mueven de manera poligonal, combinando trabajo, cuidado y otras actividades. Diseñar paradas de colectivo seguras, accesibles y bien iluminadas es una forma de facilitar su autonomía.

— Desde tu perspectiva personal, ¿cuáles son los desafíos que enfrentas al liderar esta Subsecretaría?

— Es un trabajo de jornada completa que requiere equilibrio. Aprendí a pedir ayuda y delegar, algo que me costaba mucho. También priorizo el autocuidado para rendir mejor. Mi equipo es diverso en edades, formaciones y trayectoria, lo que nos permite abordar problemáticas desde diferentes ángulos y llegar a todas las mujeres de la ciudad.

— ¿Qué planes tienen para 2025?

—  Continuaremos trabajando en fortalecer la autonomía económica y promover la igualdad de oportunidades. Queremos una ciudad donde cada mujer pueda diseñar su propio futuro con dignidad, sin que las barreras estructurales limiten sus sueños. El camino es desafiante, pero los logros alcanzados nos motivan a seguir adelante.

— ¿Cómo abordan la problemática de las mujeres en situación de violencia de género?

— La violencia de género sigue siendo una prioridad. Desde la Subsecretaría, fortalecemos los Centros Integrales de la Mujer, donde no sólo se brinda asistencia, sino también apoyo para que las mujeres puedan construir autonomía. Este año ampliamos la cantidad de profesionales disponibles y aumentamos la difusión de nuestras líneas de contacto.

— ¿Qué avances se han logrado en la inclusión de mujeres en sectores técnicos y científicos?

— Uno de los programas más destacados es el Club de Chicas Programadoras, donde ya participan más de 1.000 jóvenes. Además, junto con la UTN, hemos becado a mujeres en carreras tecnológicas y digitales, conectándolas con oportunidades en el sector privado. Esto no solo reduce brechas, sino que también inspira a más mujeres a elegir estos caminos.

— ¿Cómo se integran las mujeres de la economía social al desarrollo de la ciudad?

— A través del sello Valor Popular, muchas mujeres han logrado formalizar sus emprendimientos y acceder a nuevas oportunidades de negocio. Un ejemplo concreto es la articulación con empresas privadas para grandes pedidos, donde agrupamos a distintas emprendedoras para que puedan cumplir con las demandas sin perder ventas.

— ¿Qué importancia tiene el rol del sector privado en estas transformaciones?

— Es fundamental. Las empresas que incluyen mujeres en sus equipos y liderazgos no solo contribuyen a la equidad, sino que también obtienen mejores resultados económicos. Estamos trabajando para que más compañías adopten estas prácticas y sean parte del cambio.

— ¿Cuál es el mensaje final que quisieras transmitirles  a las mujeres de la Ciudad de Buenos Aires?

— Que no están solas. Estamos trabajando para que cada una pueda desarrollar su potencial y vivir con autonomía y dignidad. El cambio es posible y requiere de todos para construir una ciudad verdaderamente equitativa.

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