Por Mariángeles Zanazzi.- El emprendimiento femenino en América Latina ha ganado notable relevancia en los últimos años, impulsado por avances en equidad de género, cambios socioeconómicos y el impacto de la digitalización. Entre 2020 y 2024, las mujeres latinoamericanas han enfrentado diversos retos en sus intentos por crear y liderar empresas, pero también han logrado grandes avances en sectores clave. Este análisis aborda el contexto, las oportunidades, barreras y tendencias para las mujeres emprendedoras en la región durante este periodo.
Contexto COVID -19:
El inicio de la pandemia de COVID-19 en 2020 tuvo un impacto devastador en las economías de América Latina y las mujeres emprendedoras no fueron la excepción. Muchas mujeres que ya enfrentaban barreras estructurales, como la falta de acceso a financiamiento y redes de apoyo, vieron aumentar estas dificultades debido a la crisis sanitaria. Sin embargo, la pandemia también desencadenó una serie de transformaciones que favorecieron el emprendimiento femenino.
La crisis sanitaria impulsó la digitalización de negocios y la adopción de herramientas tecnológicas. Esto benefició a muchas mujeres que emprendieron en sectores como el comercio electrónico, educación digital, y servicios tecnológicos, aprovechando la creciente demanda de soluciones en línea.
Por otro lado, los sectores tradicionalmente dominados por mujeres, como la moda y la belleza, migraron hacia plataformas digitales y modelos de negocio innovadores. Las mujeres en América Latina demostraron una gran capacidad de adaptación y resiliencia, no solo manteniendo sus emprendimientos a flote, sino también aprovechando las nuevas oportunidades surgidas durante la crisis.
Oportunidades y Crecimiento
En la etapa posterior a la pandemia (2021-2024), el emprendimiento femenino en América Latina ha crecido de manera significativa en varias áreas:
Aunque históricamente las mujeres latinas han tenido un acceso limitado al financiamiento, hubo un aumento en iniciativas de capital de riesgo y programas de inversión específicos para emprendimientos liderados por mujeres. Fondos regionales y globales comenzaron a reconocer el valor de la diversidad de género en la creación de negocios sostenibles y de alto impacto.
También se han destacado en proyectos de impacto social y ambiental, desarrollando negocios que promueven la sostenibilidad, la inclusión y el desarrollo comunitario. Sectores como la agricultura sostenible, la moda ética y el turismo responsable han sido impulsados por mujeres que buscan transformar sus comunidades y el entorno.
Durante este período de crecimiento exponencial, las mujeres líderes de MIPYMES crearon redes de apoyo y mentoría, donde lograron conectar con empresarias locales como así también, con líderes globales y recursos internacionales. Programas como «WEConnect International» y «SheWorks!» fomentaron el networking y brindaron capacitación a mujeres para escalar sus negocios a nivel global.
Retos Persistentes
A pesar de los avances, lamentablemente las mujeres en el emprendimiento en América Latina siguen enfrentando desafíos importantes, como las brechas de género en el acceso a capital. Aún en 2024, las mujeres reciben menos financiamiento en comparación con los hombres, especialmente en las etapas iniciales de sus proyectos. La falta de confianza de los inversores en proyectos liderados por mujeres y los sesgos de género continúan siendo un obstáculo significativo.
Otras de las dificultades que las mujeres deben enfrentar a diario es la desigualdad en roles de cuidado. Muchas emprendedoras enfrentan la doble carga de gestionar sus negocios mientras asumen responsabilidades familiares, lo cual limita su capacidad para dedicar tiempo completo al crecimiento de sus empresas.
Mujeres al poder
Pero a pesar de ello, las mujeres en LATAM han podido impulsar el crecimiento en distintos sectores. Es notorio el dominio de la tecnología y startups, área tradicionalmente dominada por hombres, donde hoy, son cada vez más las mujeres que se destacan en la creación de startups tecnológicas. Existen diversas iniciativas para formar a mujeres en tecnología, programación y habilidades digitales han ayudado a reducir la brecha de género en este sector.
El período 2020-2024 ha sido crucial para el emprendimiento femenino en América Latina, y a pesar de los retos, las mujeres han demostrado resiliencia y adaptabilidad, liderando iniciativas en sectores claves y generando impacto positivo en sus comunidades. Si bien aún hay un largo camino que recorrer en tanto igualdad de género, a medida que esta brecha disminuye, destaca el potencial de las emprendedoras en la región, consolidando su rol como motor del desarrollo económico y social en América Latina.