De acuerdo al último informe del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), el ingreso mensual de las mujeres en Lima es un 25% menor al de los hombres, lo cual afecta la competitividad empresarial y el desarrollo del capital.
A nivel nacional, esto se agrava en regiones donde la brecha salarial es mayor al 36% ,alcanzando hasta un 50% en zonas como Cerro de Pasco. Según datos del Instituto Peruano de Economía, este contexto los deja en el puesto 79 de 146 países en el ranking global de la brecha de género.
La desigualdad de ingresos entre hombres y mujeres es evidente y en el ámbito laboral formal, las que tienen estudios superiores en Lima Metropolitana cobran en promedio S/ 2,094.5 mensuales, mientras que los hombres con el mismo nivel educativo perciben S/ 2,751.3, lo que representa una brecha del 24%.
En cuanto a las mujeres con educación secundaria, sus ingresos ascienden a S/ 1,033 en promedio, frente a los S/ 1,525.4 que ganan los varones, reflejando una brecha del 32.3%. Esta desigualdad persiste a pesar de que la Ley N°30709, promulgada en 2017, la cual prohíbe la discriminación remunerativa.
La subdirectora de la Facultad de Negocios de Zegel, Milagros Torres, advierte que “las empresas que no aborden esta problemática están desaprovechando el potencial de un gran número de profesionales que pueden aportar valor significativo a sus organizaciones, la implementación de programas de desarrollo y retención de talento femenino es fundamental para cerrar esta brecha”.
A pesar de que las leyes existan, la realidad de las peruanas es otra, por mas que los estudios y actividades a realizar sean las mismas. Esto también impacta negativamente en la capacidad del capital, y del país para posicionarse como uno de los competitivos en la región.