A pesar de las barreras y litaciones que suelen ponerse en el camino, las emprendedoras continúan abriéndose camino entre los obstáculos económicos y problemas, demostrando su determinación y resiliencia.
En México, el comercio electrónico ha abierto un abanico de oportunidades para el emprendimiento femenino, permitiendo que cada vez más mujeres lideren negocios digitales. El papel de la tecnología y la digitalización en este desarrollo ha sido la clave para democratizar el acceso a herramientas y plataformas que permiten escalar proyectos, impulsar ventas y conectar con una audiencia global.
Según datos de la Secretaría de Economía (SE), aproximadamente 1.2 millones de negocios digitales en el país son encabezados por mujeres, generando ingresos diarios que suman MXN$9.5 millones de pesos. Esta contribución no sólo impacta la economía, sino que también crea empleos y fortalece la participación femenina en el sector empresarial.
Retos en el emprendimiento femenino
Uno de los retos primordiales que las mujeres atraviesan a la hora de lograr que su negocio suba de nivel, es la falta de acceso al financiamiento. Y muchas deben enfrentar barreras culturales y estereotipos de género que limitan su desarrollo profesional y su participación en roles de liderazgo.
Para poder superarlas es fundamental que las instituciones públicas y privadas continúen promoviendo programas de apoyo específicamente dirigidos a mujeres emprendedoras.
Iniciativas de capacitación en habilidades empresariales, tecnología y liderazgo son esenciales para fortalecer el ecosistema de emprendimiento femenino y fomentar una mayor inclusión en todos los sectores de la economía.
Cuando mas mujeres ingresen en el sistema, mas crecerá la influencia, que además de inspirar a otras chicas, servirá para el desarrollo de una sociedad mas sustentable e igualitaria.
El impacto que genera socialmente
El papel fundamental a nivel cultural, en el que las mujeres se proponen y logran cambiar el rumbo de sus vidas y el de otras niñas, a través de crear nuevos puestos de empleo, el fortalecimiento y libertad económica desde la igualdad de posibilidades y cuidado del medio ambiente.
Un ejemplo destacado es deTule, un emprendimiento mexicano liderado por mujeres que, a través de la economía circular, emplea a mujeres en situación de vulnerabilidad para la creación de accesorios sostenibles, como bolsas, carteras y manteles.
Este tipo de iniciativas no sólo generan ingresos, sino que también empoderan a las mujeres al ofrecerles una fuente de trabajo digna y estable, y al mismo tiempo, contribuyen a la protección del medio ambiente mediante el uso responsable de los recursos.
