22 de diciembre de 2024
Global

Consejos de 3 mujeres que triunfan en los negocios

En “InnovateHers”, las investigadoras Barbara Kurshan y Kathy Hurley, en colaboración con Laura Smulian, recorren historias de vida para descifrar cómo es la mentalidad de las líderes exitosas

Según Belén Marinone en Infobae, una mujer ayuda a otra. Una madre enseña a su hija el valor de la empatía y de la perseverancia. Otra mujer, en otro lugar del planeta, ayuda a otra más. Así se teje una red de mujeres que, ayudadas por otras, desarrollan habilidades poderosas: las de la mentalidad emprendedora. Estas mujeres, a fuerza de dedicación, empatía, pasión, ideas, educación y persistencia realizan su propósito y alcanzan la cima. Pero ¿cómo lo lograron? ¿Cuáles son las claves detrás de cada historia?

De esas preguntas parte el trabajo que realizaron las investigadoras ―y grandes pioneras en el emprendedurismo― Barbara Kurshan y Kathy Hurley, en colaboración con Laura Smulian, en el libro InnovateHers, que se publica por primera vez en español.

La investigación parte de más de 25 biografías de mujeres que dejaron una marca significativa en distintos ámbitos, con un fuerte propósito que guía el camino. Un grupo diverso pero con una particularidad: son muy exitosas en sus emprendimientos en sectores sociales.

Las autoras son mujeres influyentes e innovadoras. Kurshan es presidenta de Educorp Consultants Corporation y asesora superior de Innovación en la Escuela de Postgrado de Educación, Programa de Emprendimiento Educativo de la Universidad de Pensilvania. Su trayectoria es vasta: cuenta con más de 40 años de experiencia en educación, desarrolló el primer software infantil para Microsoft y recibió prestigiosos premios como el Rey Bahréin de la UNESCO y el WISE.

Por su parte, Hurley Es asesora principal de empresas de tecnología educativa, asociaciones educativas y redes de superintendentes escolares, tras numerosos años de desempeñarse como alta ejecutiva de empresas editoriales y de tecnología educativa como IBM y Pearson. También cofundó la organización mundial sin fines de lucro Girls Thinking Global, que se fusionó con Women’s Education, y es parte de la junta directiva, y recibió numerosos premios.

Smulian tiene un Máster en Emprendimiento Educativo por la Universidad de Pensilvania y otro en Economía Política Internacional por la Universidad de Fordham. Fue la investigadora principal de InnovateHers y cuenta con más de diez años de experiencia en puestos de liderazgo en el sector educativo.

“Las mujeres estuvieron a la vanguardia de la generación de soluciones positivas frente a retos sin precedentes”, escriben Kurshan, Hurley y Smulian en el libro y encontrar las características que tenían en común fue parte de la tarea. Con un gran análisis de datos y un trabajo de más de un año y medio, las investigadoras se sumergen en el mundo de las mujeres líderes, su mentalidad emprendedora y lo qué es lo que más contribuyó a su éxito profesional.

En InnovateHers tienen claro que el futuro del liderazgo es de las mujeres. Crear un modelo para las generaciones futuras que demuestre cómo las mujeres que desempeñan funciones impulsadas por un propósito llegan a la cima y buscan el éxito en sus propios términos es parte del recorrido que proponen estas páginas.

Y el impacto positivo comienza desde que empezamos a leerlo.

―¿Por qué es importante pensar en las InnovateHers?

―Barbara Kurshan: Es importante para las mujeres tener modelos de conducta y mentores. Contar las historias de vida de estas mujeres ayuda a que todas sean conscientes de que pueden estar en la cima. Además, de contar las historias de 27 mujeres, recurrimos a la investigación y el análisis de los datos. Así pudimos encontrar algunos patrones que no habríamos descubierto sin la investigación que los respaldara. Por eso lo hicimos y por eso es importante que las mujeres escuchen estas historias.

―En el libro dicen que es importante fomentar la mentalidad emprendedora de las mujeres, ¿por qué?

―Laura Smulian: Cuando hablamos de la mentalidad emprendedora nos referimos a dos cosas. Por un lado, las habilidades y, por otro, las características. Las habilidades son cosas que adquirimos a lo largo de nuestras vidas, como la autoconfianza, la persistencia. Es lo que vamos pensando como músculos, que vamos construyendo durante el tiempo. Y las características son natas, lo que se forma muy temprano en la vida. Todas las mujeres tenemos mentalidad emprendedora, pero hay que apoyarlas más. Sobre todo a aquellas que sobresalen y crean iniciativas con impacto social apoyarles en el camino para que sigan adquiriendo las habilidades, pues las habilidades necesarias para emprender apoyándoles en el camino.

―¿Qué estrategias se pueden abordar con las niñas y las mujeres que han crecido con otros modelos, en lugar de mujeres con esta mentalidad?

―Kathy Hurley: Si las niñas y mujeres tuvieran otros modelos, serían perfectas para tener mentores, ya sea en los negocios o en su comunidad. Los mentores son muy importantes para aprender otras formas y modelos y seguir. Las habilidades empresariales se las enseñaron sus madres, porque podían realizar múltiples tareas y hacer muchas cosas a la vez. Tuvimos varias mujeres que hablaron de sus abuelas. Es un papel muy importante ser madre o abuela.

―LS: Cuando vemos a los emprendedores en general y les preguntan a quién admiran buscan muchos hombres y también famosos: Mark Zuckerberg, Elon Musk, modelos masculinos. Cuando hablamos con las mujeres que entrevistamos en el libro fue muy interesante porque mencionaron a sus mamás como ejemplos. Había algunas que sus mamás no trabajaban formalmente ―me refiero a un trabajo con título―. Les enseñaron mucho los valores de apoyo a la comunidad, pero de cómo salir adelante, diciendo “Tú sí puedes” y trabajando las metas. Las mamás fueron sus motivadoras, quienes apoyaban que las chicas siguieran adelante y así les dieron autoconfianza. Para esas mujeres, que tuvieron más oportunidades, como ir a la universidad, estudiar, acceder al capital, los modelos de las generaciones anteriores fueron los que siguieron.

―¿Cuál es el rol de la educación?

―KH: Fue una sorpresa para nosotras que la mayoría de las mujeres hubieran empezado en el ámbito de la Educación. Así que, formaba parte de su vida. En cuanto a la educación impulsada por objetivos es una forma estupenda de empezar porque está muy impulsada por objetivos.

―BK: También nos dimos cuenta que no importa lo que la organización tenía como para el propósito: todos requieren de la educación. Así que si usted está en el área de la justicia social, trabajo social o la asistencia sanitaria, todas estas áreas requieren una educación de alto nivel para tener éxito y exigen que los líderes eduquen a las personas que trabajan para ellos. Así que, se convirtió en el centro del libro en términos de cómo elegimos a las mujeres emprendedoras impulsadas por un propósito, y en el libro incluimos mujeres de todos los sectores.

Emprender en un ambiente difícil

―¿Cómo fomentar el espíritu empresarial en entornos difíciles como, por ejemplo, en América Latina?

―LS: Cuando miramos las características de la mentalidad emprendedora encontramos que tenemos la capacidad de asumir riesgos. Esa es una característica. Es algo con lo que la gente nace, pero ¿qué pasa si el entorno en sí es realmente arriesgado? ¿Qué puedes hacer para mitigar ese riesgo? Naturalmente, los empresarios que están dispuestos a asumir riesgos no se van a sentir atraídos por este tipo de ambiente. Pero también hay habilidades que puedes desarrollar para tener éxito en este entorno. Así que una de esas habilidades es la persistencia, que es muy importante. Y la capacidad de pasar a la acción cuando es necesario, ir tras las cosas que sabes que puedes hacer y que puedes controlar. También descubrimos en la entrevista es que a las mujeres les gusta asumir riesgos calculados.

―¿Qué significa eso?

―LS: Pues que tomamos riesgos y nos lo planteamos constantemente. Conocemos a los empleados, las familias, las carreras personales, las personas que tratan de servir a nuestros clientes, ¿verdad? Así que, cuando estamos tomando estos riesgos, las mujeres están especialmente preparadas para trabajar en un entorno arriesgado como Argentina y en muchos países de América Latina. Las mujeres van a ser realmente reflexivas sobre los diferentes elementos y las diferentes partes del negocio y cómo mitigar el riesgo. Es que es muy probable que sea más estable a lo largo de los cambios externos.

―¿Y en Argentina?

―BK: Creo que cuando hablamos de Argentina ―o cualquier país que tiene tradicionalmente una cultura masculina de liderazgo― y es increíble el éxito de las mujeres y cómo llegan a la cima. Otro ejemplo de ello es la cultura de Japón, donde los hombres gobiernan. He estado en numerosas situaciones en las que las personas más brillante en la habitación son las mujeres y también es a ellas a quienes se les pide que sirvan el café. En otros países también ocurre, aunque eso está cambiando. En China es probablemente lo contrario: muchas muchas mujeres han llegado a la cima y dirigen su empresa familiar y grande. En Argentina el proceso es lento pero las mujeres ha iniciado esta conversación, con una necesidad de modelos a seguir para hacer eso.

―LS: Hay también barreras internas, por ejemplo, la confianza en sí mismas de las mujeres. Las mujeres tenemos menos confianza en nosotras mismas y en nuestra mentalidad emprendedora que loss hombres, así que no siempre estamos dispuestas a arriesgarnos. El síndrome del impostor es real y ellas dan consejos acertados. Esa es la parte interna, pero hay un factor externo. Tradicionalmente, ha habido menos modelos a seguir para las mujeres en puestos de liderazgo y si no puedes verlo, no puedes serlo. Así que la representación es importante.

El apoyo de las mujeres, las nuevas generaciones y la empatía

―¿Qué resultados descubrieron en la investigación de InnovateHers? ¿Por qué las mujeres son buenas en emprendimientos en sectores sociales?

―BK: Encontramos que las mujeres tienen muy alta escala de empatía en la mentalidad empresarial. Todas las mujeres que conocemos son más propensas a ser más empáticas que los hombres. Así que eso no fue una sorpresa. Lo que sí fue una sorpresa fue cómo eso afectó a sus negocios y a su trabajo. Hay una historia en el libro de una emprendedora en India que el 95% de los empleados después de 20 años seguían con ella, el equipo original. ¿Por qué? Porque miraba las cosas más empáticamente. Las mujeres tienden a ser más colaborativas. También descubrimos fue que las mujeres son más capaces de despedir a la gente mejor que los hombres, pero el filtro de ellas es más empático, eso hace que los equipos permanezcan más tiempo y colaboren más eficazmente.

―LS: Hay un efecto multiplicador que cuando las mujeres llegan a posiciones de poder. Apoyan y crean espacio para más mujeres y creo que estamos empezando a ver el efecto de que ahora más mujeres se están convirtiendo en directores generales, que son más propensas a promover políticas más favorables a la familia, reconocer el talento y pensar un poco más fuera de la caja.

―En el libro hablan de las próximas generaciones, que deberán seguir un nuevo liderazgo. ¿Cómo se imaginan ese liderazgo?

―LS: Cuando uno lee libros de liderazgo de hace 20 ó 15 años, las características que se describen son muy masculinas: ser duro, que toman riesgos. Es importante y lo validamos pero hay que mirar más a los modos en que las mujeres lideran. Está el factor de la empatía, la increíble habilidad de crear nuevas ideas, la perseverancia -y lo vuelvo a mencionar porque aparece tanto en las historias del libro-, el empuje, la habilidad de hacer que las ideas se lleven a cabo, de que ocurran.

―¿Qué sucede con la empatía para el liderazgo de las nuevas generaciones?

―LS: La empatía no se consideraba realmente como algo que se debía admirar o replicar, o la capacidad de ejecución se consideraba como algo que hacía alguien de más abajo, sino alguien de más arriba. Las mujeres que tienen estas características tienen un liderazgo diferente. las mujeres toman riesgos calculados y están produciendo mejores retornos en dólares e inversiones, es decir, que las empresas sean más estables. Cuantas más mujeres lleguen a la cima, más tenemos que fijarnos en la forma en que lideran, como una oportunidad para validar diferentes estilos de liderazgo, más humanos y más inclusivos que hagan posible que aún más mujeres se incorporen a la fuerza laboral en puestos de liderazgo.

Barbara Kurshan

♦ Es presidenta de Educorp Consultants Corporation y asesora superior de Innovación en la Escuela de Postgrado de Educación, Programa de Emprendimiento Educativo de la Universidad de Pensilvania.

♦ Desarrolló los primeros productos de software infantil para Microsoft. Escribió varios libros y artículos.

♦Recibió el prestigioso Premio Rey Bahréin de la UNESCO y el WISE, y fue seleccionada como una de las directoras de juntas corporativas más influyentes de 2019.

Kathy Hurley

♦ Es asesora principal de empresas de tecnología educativa, asociaciones educativas y redes de superintendentes escolares, tras numerosos años de desempeñarse como alta ejecutiva de empresas editoriales y de tecnología educativa como IBM y Pearson.

♦ Fue seleccionada como becaria de la Iniciativa de Liderazgo Avanzado de la Universidad de Harvard y cofundó la organización mundial sin fines de lucro Girls Thinking Global, que se fusionó con Women’s Education.

♦ En 2004 ingresó en el Salón de la Fama de la Asociación de Editores Educativos y en 2019 recibió el prestigioso premio Lifetime Achievement Award in Education Technology de la Software & Information Industry Association. También el Fundadores 2022 del NCTET, el Mentor Distintivo inaugural del ERDI y a la Trayectoria de ALAS.

Laura Smulian

♦ Se desempeña hace más de diez años en puestos de liderazgo en el secto educativo, con foco en igualdad de género, el espíritu empresarial y los modelos educativos innovadores.

♦ Máster en Emprendimiento Educativo por la Universidad de Pensilvania y otro en Economía Política Internacional por la Universidad de Fordham.

♦ Fue la investigadora principal y redactora de InnovateHERs.

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