El Banco Mundial (BM) ha realizado un Dossier, titulado “Ficha de Puntuación de Género”, en el cual se pueden observar distintos estudios y estadísticas que indican que si bien en Centroamérica se ha avanzado en la tasa de participación laboral femenina, las condiciones laborales siguen siendo desfavorables por su alta vulnerabilidad y baja o nula protección social.
La información del BM señala que en el último período se ha registrado un avance en la participación de mujeres en la propiedad de empresas, pero que aún es significativo el porcentaje de mujeres sin capacitación ni estudios.
Para revertir este cuadro, es necesario revisar las estructuras sociales e históricas que llevan a que las mujeres no sean incorporadas en carreras de STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas, por sus siglas en inglés) ya que han sido excluidas de estos espacios por estereotipos y prejuicios de género en la enseñanza.
Como indica el Dossier del Banco Mundial, para lograr que aumente el porcentaje de mujeres en carreras STEM, se deben implementar gestiones que impulsen y acompañen a este sector. Algunas medidas pueden ser: sumar financiamiento a mujeres estudiantes e investigadoras mediante becas, post doctorados y pasantías.
En este sentido la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) advierte que para alcanzar la autodeterminación es preciso “la autonomía en tres dimensiones: económica, física y en la toma de decisiones”.
Es clave que las mujeres ocupen estos espacios desde la colaboración, para exponer y dar a conocer a mentoras y referentes femeninos, creando así una red que permita que cada vez sean más las mujeres que participen y lideren nuevos espacios.