Toda emprendedora en algún momento de su vida se detuvo a identificar cuáles eran las habilidades que había desarrollado gracias a sus pasatiempos y juegos infantiles. Al crecer y encontrarnos en un mundo laboral hostil, que no deja espacio para la imaginación y la creatividad, una puede viajar en el tiempo y alojarse en aquellas habilidades desarrolladas mediante el juego de pequeña, para convertirlas en activos valiosos en su entorno profesional actual.
Integrar tu pasión de pequeña en tu trabajo no sólo puede aumentar tu satisfacción, sino que tu pasión también puede ser tu mayor fuente de ingreso; como en la historia de vida de Maria Almenara, la emprendedora peruana que vendía postres en el colegio y hoy su exitoso negocio es analizado por HARVARD y MIT.
Sus comienzos
María se destacó siempre por su tenacidad y organización, lo que quedó evidenciado cuando de joven pagó su viaje de egresados con la venta de sus tortas. Al finalizar sus estudios secundarios, siguió la carrera de Publicidad, en la cual se recibió. Comenzó a trabajar en un canal de televisión pero ella tenía su objetivo claro, por lo que este ambiente le proporcionó muchos contactos para cumplir con sus metas.
En un primer momento recorría la zona en bicicleta, cliente por cliente fue armando su agenda, fidelizando clientela y utilizando su dinero con sabiduría.
La pastelera ha creado su red de clientes mas confiables gracias a las redes sociales, y esta estrategia de crecimiento la hizo poder expandirse internacionalmente, adaptándose al mercado, manteniendo su sello y autenticidad.
El camino hasta su éxito no fue fácil, pero jamás bajo los brazos, en 2017 abrió su primer local tras varios cambios de ubicación, lo que marcó en su consolidación en el mercado. Este logro fue posible por una estrategia de reinversión antes de asumir esta inversión significativa, permitiéndole ofrecer una experiencia más estable y directa a sus clientes.
Actualmente María tiene 15 locales en distintas zonas de Perú, y su empresa sigue creciendo a gran velocidad. Los centros universitarios han evaluado el negocio de Maria, entre 3 y 15 semanas, para estudiar cómo una marca local puede lograr un crecimiento sostenido y expandirse a mercados más amplios, sirviendo de inspiración para estudiantes de negocios.
Esta apasionada por la pastelería es la fuente de inspiración para todas aquellas emprendedoras que hoy buscan crecer en el mercado haciendo aquello con lo que jugaban y soñaban de pequeñas.